Un claro ejemplo es el caso de Margaret Sarr, una mujer de 71 años residente del Reino Unido. A pesar de estar casada, Sarr se enamoró y dejó a su marido por él. Dos años después, su matrimonio de 38 años llegó a su fin luego de que ella le confesara a su esposo que había tenido relaciones con el joven con el que ahora se quería casar. En 2006 Sarr le pagó su visa a Samba para que viajara a Reino Unido, sin embargo, una vez allí su relación 'amorosa' cambió por completo. Al poco tiempo supo finalmente que los hijos eran de él y decidió terminar la relación de una vez por todas.
Source: Excélsior March 29, 2019 15:22 UTC