Fidel vivió tantos años en la primera plana mundial que parecía que sería inmortal; cuando murió, la mitad del obituario especial ya estaba completamente desfasado. Tanta ha sido la fuerza de Fidel que el apellido Castro ha parecido ser sinónimo de “Cuba”. Sea como fuere, ha llegado la hora del relevo: Cuba tendrá entre hoy y mañana su primer presidente que no se apellidará Castro casi sesenta años después. La elección de Miguel Díaz-Canel no es sólo importante y simbólica porque se convertirá en el primer mandatario de la Cuba comunista que no se apellide Castro, sino porque el viernes cumple 58 años. La economía de la isla sigue maltrecha, con una dependencia excesiva de la ayuda exterior de países como Venezuela, cuyo petróleo engrasa el engranaje de la dictadura, y que se tambalea ante el drama humanitario que vive el país caribeño.
Source: La Crónica de Hoy April 18, 2018 04:52 UTC