Un mes después nos reunimos: ellos mostraban sus fotos y platicábamos sobre la India como si los hubiéramos acompañado. El mes pasado, mi amigo Armando Hatzacorsian, mexicano de padres armenios viajó por primera vez a Ereván, la capital de Armenia y la tierra de sus abuelos. Tiempo después los encontramos en español: El joven audaz sobre el trapecio volante, La comedia humana y Me llamo Aram publicados por Acantilado. Así vamos conociendo a los abuelos, padres, tíos, primos que, en todos los casos, respetan a sus mayores, como si hubieran nacido en Tepa. Pero por supuesto que restituyó el modo de ser de esos inmigrantes, así como, lo que significa el respeto a los mayores.
Source: EL Informador October 26, 2019 12:00 UTC