"No sé si alguna vez se imaginó que la vieja máquina negra le daría de comer", dice el narrador en esa magistral novela. De su padre, telegrafista, Campbell heredó la precisión y la velocidad en el uso de la palabra. El caso es que Campbell pasó la mayor parte de su vida frente a una máquina de escribir y así se ganó, cuartilla tras cuartilla, su lugar en el mundo. Así, gracias a la generosidad de todos los autores involucrados, hemos podido armar un cuadernillo que evoca el formato que tenían los de La Máquina de Escribir. Pero esas diferentes lecturas sin duda coinciden en la admiración que su obra y su persona despertarán siempre en nosotros.
Source: El Siglo de Torreón February 12, 2018 10:41 UTC