La reunión anual CADE, últimamente en Paracas, ha tendido a funcionar como una suerte de mensaje del empresariado al país. Con el paso de los años lo hemos oído todo, entre los extremos del disgusto y la euforia con los diversos gobiernos. Por ejemplo, el lema de la CADE 2018 fue un optimista “Liderazgo empresarial para un Perú moderno”. Pero quien realmente tomó al toro por las astas fue María Isabel León, presidenta de CONFIEP, al exigir que los empresarios responsables de los escandalosos financiamientos den un paso al costado. Quizás León simplemente intentó adelantarse al allanamiento de las oficinas de CONFIEP que se produjo horas más tarde.
Source: La Republica November 30, 2019 05:33 UTC