Los ataques fueron mayoritariamente vinculados al descontento por la visita del Papa, aunque ninguna autoridad ha presentado pruebas. Una nueva iglesia católica chilena -la decimotercera en once días- fue atacada con bombas incendiarias en la madrugada del lunes a 20 minutos del centro de Santiago. En Chile, Francisco tuvo que encarar el tema de abusos sexuales a menores por parte de sacerdotes, lo que lo llevó a pedir perdón en su primera actividad pública en el palacio de gobierno, donde aseguró que sentía vergüenza por el daño ocasionado a los sobrevivientes. El tema de los abusos de sacerdotes a niños es cada vez más sonado en Chile. En 2017, la Congregación de los Maristas admitió, tras una publicación periodística de Rancagua, que en 2010 recibió el testimonio de uno de sus profesores de que había abusado de 14 alumnos menores.
Source: Excélsior January 22, 2018 19:52 UTC