-II-Ha sido, por desgracia, el caso de quienes, en circunstancias especiales, en tiempos difíciles como los de la pandemia del coronavirus, teniendo la posibilidad de ser solidarios -que no precisamente generosos, altruistas o desprendidos-, prefieren ver, en esas situaciones, ocasiones propicias para el abuso y el lucro desmedido. Ahí están, para probarlo, las historias (EL INFORMADOR, XI-1-20) ocurridas a raíz de las medidas dispuestas por la autoridad desde el pasado fin de semana, para tratar de reducir los contagios de COVID-19. Al llevarse al extremo -erróneamente... pero esa es otra historia- las restricciones en el transporte público, se suponía que los conductores de taxi (la penúltima opción para quienes no tienen automóvil: la última es el consabido “golpe de calcetín”) aplicarían una “tarifa solidaria”, que fluctuaría entre 35 y 45 pesos por viaje. Era “demasiado bello para ser cierto”. -III-Habrá, seguramente, muchas historias en que la filantropía sea la tónica; habrá, probablemente, ocasión de conocerlas... En tanto, es lamentable que los difíciles tiempos que nos tocó vivir, propicien que la vileza de unos haga resplandecer la generosidad y el espíritu de solidaridad de otros... aunque quizás aquéllos sean mayoría.
Source: EL Informador November 02, 2020 12:22 UTC