Si es verdad -cosa muy probable- que “como resultado del operativo de seguridad que se implementa en el Centro Histórico, la Policía de Guadalajara lleva 747 detenidos durante este 2020” (EL INFORMADOR, II-10-20), una sencilla operación aritmética indica que en los primeros 40 días del año hubo un promedio de casi 19 detenciones diarias...No se puntualizan los motivos. No se indica a cuántos de esos detenidos, tras ser remitidos a la autoridad correspondiente, se dejó inmediatamente en libertad “por falta de méritos”, y a cuántos se consignó formalmente e inició proceso por la probable comisión de algún delito. Tampoco se señala cuántas de esas detenciones se debieron a “faltas administrativas”, que no llegan a delito y de ordinario se sancionan con multas de menor cuantía (la más socorrida consiste en ingerir bebidas alcohólicas en la vía pública, para la que el Reglamento de Policía y Buen Gobierno de Guadalajara prevé una multa que fluctúa entre 176 y 883 pesos, o “arresto administrativo” de hasta 12 horas). -III-La intención de la autoridad municipal, en todo caso, al realizar tales operativos, es sanear el Centro; devolver a la zona más emblemática de la ciudad el carácter amable, seguro y atractivo para vecinos y visitantes que tuvo alguna vez. Un carácter que administraciones pasadas trataron de recuperar mediante iniciativas de la propia autoridad o del comercio organizado, como verbenas, serenatas, conciertos, espectáculos de luz y sonido, o intentonas de promover la apertura de restaurantes… Iniciativas que no han tenido continuidad, de entrada, ni han evitado, por tanto, que, a partir del cierre del comercio, el Centro de Guadalajara resulte hostil, repelente, eventualmente peligroso, y, lejos de atraer visitantes, los ahuyenta.
Source: EL Informador February 11, 2020 12:45 UTC