11 de Febrero de 2020La descalificación cancela el debate y enrarece el clima político. Denuncian por reflejo la inmoralidad del que disiente como un hecho indiscutible para que los argumentos sobren. No refutan lo que se dice, agravian al que lo dice. Y, peor aún, lo discriminan desde el poder por sus posiciones políticas, actuales e, incluso, pasadas. El tema es que no se quiere gobernar para todos, a pesar de la obligación legal y ética de hacerlo.
Source: Excélsior February 11, 2020 11:03 UTC