El dilema que tenía entre manos la Cancillería no era de poca monta. La cancillería tomó el riesgo mayor, esto es, declarar desierto el concurso, con lo cual se somete a la posibilidad de la prosperidad de una demanda de TGS, pues no parece haber norma que faculte a descartar este proceso si hay un concursante que llene los requisitos. Pero, lo que más preocupa son los efectos de afrontar la tremenda contingencia de no poder asignar a un contratista tal contrato, así fuere TGS, una vez concluya el vigente, con lo cual por primera vez en la historia los colombianos sin pasaporte, o ad portas de su vencimiento, podrían encontrarse con las consecuencias de no poder viajar al exterior. No nos imaginamos, por ejemplo, que haya que volver a solicitar la visa Schengen para entrar a Europa debido a un retroceso en esos estándares que exige la UE. Conviene, además, que la Procuraduría señale si las condiciones fijadas en el fallido concurso fueron establecidas o no desde hace muchos años, con lo cual no habría cambios, alteraciones ni condiciones nuevas que excluyeran injustamente a otros oferentes.
Source: El Universal September 19, 2023 16:12 UTC