Claro que el tema le incomoda, porque lo pone contra la pared en el vestuario, con los jugadores y la misma directiva. Por el otro lado, seguro pensaba en lo que esto puede afectarle en un vestuario que debe mantener en armonía para obtener los resultados a los que está obligado después del rotundo fracaso que fue el Apertura 2017. De ahí, que hace no mucho tiempo se pensara en llevar a alguien para ocupar ese puesto vacante, que bien le hubiera servido para recibir todo lo que se generó en el caso de Alanís. La FIFA lo prohíbe, pero no estaría mal que en el mundo, no solamente en México, dieran este paso tan significativo con todo y sus responsabilidades. Tal es el caso de asociaciones como el de los jugadores de la NFL o de la NBA, que luchan en otras instancias, aunque también son bien vigilados en sus movimientos para evitar abusos.
Source: El Universal January 04, 2018 06:22 UTC