Históricamente, los lugares con más desigualdad en el ingreso han sufrido más violencia homicida. Sucede que la desigualdad de hace una década eleva más la tasa de homicidios que la desigualdad presente. O, dicho de otra manera, que la desigualdad experimentada en el pasado influye en el comportamiento violento presente, inclusive más que la desigualdad presente. Lo que subraya la importancia de considerar la historia económica de los lugares para reducir sus tasas de violencia. Para lograr una vida en paz sostenible y duradera, la acometida contra la violencia debe tener en cuenta no solo el presente, sino también el pasado, y no sólo la pobreza, sino muy especialmente la desigualdad.
Source: El Universal July 18, 2024 20:31 UTC