Se repite respecto a México en cuanto a que un proyecto radical prevalece con un mandato avalado en las urnas. En EU habrá un presidente y en México una presidenta sin los límites tradicionales del régimen republicano, además decididos a transformar de manera profunda la política. Él, al igual que los de Morena acá, podrá invocar el mandato popular en la pretensión de hacer lo que quiera. Para México la elección de Trump es el peor desenlace posible. No faltará quien crea que un presidente fuerte en EU servirá para moderar los excesos de los de acá, ingenuidad mayor.