Y los que se realizan hoy vienen precedidos además por múltiples signos ominosos, tanto para la población estadunidense como para la del resto del planeta. Con diversos matices, las encuestas marcan un empate técnico entre los aspirantes principales a ocupar la Casa Blanca de 2025 a 2029, la aún vicepresidenta Kamala Harris, demócrata, y el ex presidente Donald Trump, republicano. La campaña de Harris, por otra parte, aunque se presenta como la única manera posible de salvar al país del fascismo, no ha sido capaz de entusiasmar a los pobres, los marginados, las minorías, las mujeres y los votantes de origen latinoamericano. Por otra parte, deben tenerse presentes las amenazas del republicano de reducir la cooperación económica y de imponer aranceles a las exportaciones mexicanas, lo que contrasta con la disposición demócrata a estrechar los intercambios económicos y comerciales. En tales circunstancias, cabe esperar que en los comicios de hoy y en los días sucesivos imperen, gane quien gane, la sensatez, la moderación y una mínima civilidad democrática.