Las islas del Caribe se encuentran en una crisis de agua y sus gobiernos han advertido que ésta puede convertirse en la nueva norma. Incluso durante el racionamiento de agua, el agua se desvía primero a hoteles y otros sitios dependientes del turismo. Una empresa de agua con buen desempeño generalmente tendrá pérdidas de agua (conocidas como agua no contabilizada) inferiores al 30 por ciento. La recolección de agua de lluvia implica capturar el agua de lluvia, a menudo de donde sale de los tejados, y almacenarla para uso futuro. En este momento, la recolección de agua de lluvia no se gestiona como parte del sistema centralizado de gestión del agua de las islas.