Ocho años después, las Chivas terminaron con la maldición en Torreón. Sobre el terreno de juego, fue un partido de pocas emociones. Pese a que, Santos se presentaba como el segundo peor equipo del torneo, el Guadalajara no logró lucir avasallador sobre su rival. Generó pocas opciones al frente y terminó sufriendo en el segundo tiempo, por lo que su rendimiento sigue dejando más dudas de cara a la fase final. Padilla, que había tenido un partido muy discreto ante sus imprecisiones en los últimos toques, tuvo la oportunidad de enmendar sus errores.
