Se conectó a Netflix, corrió entre serie y serie para domar a la bestia asustada que habitaba en él. No podía asumir que el auxilio psicológico fuera caro o que ninguna plataforma gratuita de la mente acompañara su encierro. Se había expuesto ¿Qué lo había llevado a una calle de gente tan inadvertida y qué hacía él allí, siempre tan meticuloso? Abrió los ojos, azorado aún, vio su mesa de noche, la lámpara. Respiró, a sabiendas que esta noche, el mal sueño lo volvería a emboscar.
Source: Expreso August 18, 2020 18:56 UTC